Personalmente siempre fui un luchador, en mi vida trabajé como imprentero, heladero, pintor, chapista, asador y hasta repartí folletos. Siempre busqué lo mejor en mi vida para poder salir adelante.
BUENOS AIRES, Argentina ꟷ Personalmente siempre fui un luchador. No tenía una visión muy grande de futuro porque a veces las cosas no van bien. Luego, en 2013, una simple llamada telefónica dio lugar a una nueva oportunidad y hoy, como Presidente de Grupo Uno LED, dirijo un negocio millonario de venta de pantallas LED de gran tamaño como parte de la industria tecnológica.
[Grupo Uno LED vende pantallas de visualización para interiores, pantallas de estilo cartelera para exteriores y pantallas de cine. La revista Forbes calificó a Javier de «hombre ilustrado» por reinventarse y superar un aluvión de retos para alcanzar el éxito].
Personalmente siempre fui un luchador, en mi vida trabajé como imprentero, heladero, pintor, chapista, asador y hasta repartí folletos. Siempre busqué lo mejor en mi vida para poder salir adelante.
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En 2013, dirigía un negocio de imprenta. Ese mismo año nacieron mis mellizas. Debía dos meses de alquiler de la casa donde vivíamos y tres meses de pagos atrasados de la imprenta. Sentado en el salón, agobiado por nuestra situación financiera y atormentado por la preocupación, necesitaba encontrar una solución.
Un día recibí un llamado consultándome se vendía pantallas LED de 3×2 metros y me comprometí a enviar un presupuesto al día siguiente. En ese momento estaba sentado en el comedor de mi casa, con mis hijas y le consulté a la madre de mis hijas acerca de qué eran esas pantallas porque las desconocía. Ella tampoco sabía de qué hablaba el cliente pero necesitábamos que ingrese dinero de forma urgente. Busqué en internet y encontré un vendedor a 500 kilómetros de mi casa y me fui a buscar la primera pantalla para revender.
Buscando rápidamente en Internet, encontré un vendedor a 500 kilómetros de mi casa y fui a buscar la pantalla para revenderla. Me sentía esperanzado con el pedido y confiado al asumir el reto de hacer la venta. El largo viaje hasta el cliente se me hizo interminable. Seis horas se convirtieron en doce y llevaba a mis hijas conmigo. Aunque la venta resultó difícil de ejecutar, con los ingresos que obtuve, pagué mis deudas y me sobró dinero. Al día siguiente cerré la imprenta y puse en marcha mi negocio de serigrafía.
Grupo LED creció tanto por la forma que tenemos de trabajar, ya que a todos los clientes los tratamos como una familia. Mucha gente invierte vendiendo vehículos, sacando dinero, pidiendo prestado o sacando sus ahorros. Nosotros simplemente firmamos un contrato con ellos o firmamos un pagaré creyendo en la gente y dándoles la posibilidad a las personas de vender publicidades a través de sus pantallas.
Muchas personas que vienen a hablar con nosotros están pasando una situación parecida a la que viví yo al comenzar y me gusta darle una mano a la gente que decide emprender. Nosotros brindamos el soporte creativo y técnico a los compradores para que puedan incursionar en un nuevo mercado, asistiendolos las 24 horas. Estamos con la gente durante todo el proceso.
Escribo en mi blog reflexiones transmitiendo energías. Me gusta contar mi historia de un tipo que nació de abajo y cumplió sus metas. Me gusta motivar a la gente y todo lo que escribo es lo que pienso en el momento, no estoy guionado.
Tenemos proyectos constantemente y creo que voy a ser el primero que le venda pantallas LED a China. Creo que siempre hay que tener 50 sueños y 50 metas. Estoy enfocado en mi lista de sueños y metas y de a poco voy tachando los cumplidos. El próximo es ingresar a la venta en el mercado de China.