María Lucía Barrueta comenzó escribiendo un blog de moda, luego pasó a producir marcas y ahora es consultora para Samsung Latinoamérica.
GUAYAQUIL, Ecuador – Siempre soñé con convertirme en una influencer de la moda, y hoy, vivo de ello.
Mientras estudiaba comunicación social en la universidad, comencé una pasantía en una revista de moda. Es por ello que decidí lanzar un blog para destacarme.
Nunca imaginé que meses después me llevaría a convertirme en embajadora de las marcas de moda.
Con una audiencia sólida detrás de mí, seguí adelante para realizar mi sueño.
Cuando comencé mi blog, no me di cuenta de que estaba creando una rutina. Compartía mis looks, daba consejos de belleza y marcaba tendencias.
Cuando llegaron mis primeros ingresos del blog, noté que no sólo ganaba dinero, sino que las marcas que recomendaba también crecían. Rápidamente, me convertí en una vía para que las empresas publiciten sus productos.
A medida que pasaba el tiempo, seguí trabajando y recomendando marcas que uso en mi vida diaria. Hago selecciones estrictas sobre lo que publico porque quiero brindar consejos realmente sólidos a mis seguidores.
El mundo de Internet evoluciona a un ritmo vertiginoso. Como resultado, tuve que dejar mi blog a un lado para dedicar todo mi tiempo a las redes sociales. Trabajé muchas horas marcando tendencias y comprendí el valor de mis esfuerzos.
Mi número de seguidores aumentaba de a cientos cada día, superando mis expectativas. Pronto, llegó el momento de expandirse y crear un sitio web. Este nuevo espacio se convirtió en la forma más cómoda de transmitir todo lo que quería compartir.
Allí podía tener interacciones más directas con mis seguidores. Me di cuenta de que los consejos, los trucos y la ropa que compartía eran importantes para ellos, así que me convertí en consultora de imagen.
En ese momento, me di cuenta de que era una figura pública para muchas chicas y valoraban el contenido que creaba. Las mujeres jóvenes a menudo se acercan para buscar apoyo y sentirse mejor ellas mismas. Un cambio de imagen puede mejorar la autoestima e incluso la salud.
Para seguir fortaleciendo la relación con mi audiencia, decidí abrir una tienda online. Muchas mujeres querían comprar la ropa que yo compartía.
Incluso con mi sitio web y mi tienda de ropa prosperando, las redes sociales me conectan con mis seguidoras. Son tan apasionadas por la moda como yo. En mi comunidad, se crea una sinergia. Nos ayudamos y nos asesoramos.
Subo nuevos outfits a diario y sus comentarios me dan más ideas. La moda es un mundo en constante cambio y lo mismo ocurre con mi comunidad. Hoy tengo más de 40.000 seguidores y sigo creciendo.
Mi tienda en línea es un mercado donde puedo ayudar más a las personas que tienen confianza en mis opiniones. Estoy orgullosa de dónde estoy en mi vida y me encanta trabajar duro. Tratar de ser innovadora y ofrecer valor y contenido fresco es primordial. Incluso, he comenzado a fabricar accesorios para mis clientes.
Hay meses en los que trabajo con muchas marcas y meses en los que trabajo con pocas; pero mi mayor logro ha sido unirme a la familia Samsung Latinoamérica.
Todo ha valido la pena. Mi trabajo hoy me hace sentir valorada y feliz.