En Bengala Occidental, el conflicto entre humanos y elefantes se agrava cada año, ya que los elefantes asiáticos del bosque de Dalma campan a sus anchas. Con la llegada del invierno, los elefantes destruyen los arrozales, los productos agrícolas y las chozas de barro de los aldeanos locales.
WEST BEGNAL, India ꟷ En Bengala Occidental, el conflicto entre humanos y elefantes se agrava cada año, ya que los elefantes asiáticos de la selva de Dalma campan a sus anchas. Con la llegada del invierno, los elefantes destruyen los arrozales, los productos agrícolas y las chozas de barro de los aldeanos locales.
Para proteger sus medios de vida, los agricultores marginales y los habitantes de chozas se enfrentan a estos gigantes. Utilizan arcos y flechas, petardos, lámparas de queroseno y piedras. Sus esfuerzos preventivos suelen fracasar, provocando trágicas bajas en ambos bandos. Algunos dicen que el aumento de los conflictos se debe a los asentamientos humanos. Infraestructuras como ferrocarriles, carreteras y derechos de canal interrumpen el hábitat natural de los elefantes.
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Según un informe, entre abril de 2010 y marzo de 2019 en Bengala Occidental, 726 humanos murieron a manos de elefantes. Otros 1.233 sufrieron heridas. Además, 136 elefantes murieron por causas no naturales. Aparte de las muertes, los aldeanos perdieron casi 35.000 chozas e innumerables acres de cultivos.
Estos informes también señalan que Bengala Occidental representa sólo el dos por ciento de la población total de elefantes de la India, pero un número desorbitado de muertes de elefantes y humanos como consecuencia de este conflicto.
A finales de este año, el Estado anunció la contratación de «Gaja Mitra» o «amigos del elefante». Estos observadores de elefantes cobran por vigilar sus movimientos y avisar a las autoridades cuando se acercan a los humanos. Los vigilantes utilizan una aplicación telefónica especial que rastrea las manadas. Aún no han llegado informes de resultados.
Todas las fotos son cortesía de Sudip Maiti.