Los incendios, alimentados por especies vegetales invasoras y altamente inflamables como el eucalipto y el pino, supusieron un importante reto para las 805 personas que trabajaron incansablemente para controlar las llamas.
BOGOTÁ, Colombia ꟷ Los devastadores incendios forestales en el cerro El Cable fueron emblemáticos de la crisis climática más amplia de Colombia. Como resultado, el país experimentó su enero más caluroso en tres décadas debido al patrón climático de El Niño. Este fenómeno, unido a las condiciones de sequía, provocó extensos incendios, lo que motivó la declaración de catástrofe nacional por parte del gobierno. La situación requería ayuda internacional para apoyar las labores de extinción de incendios en todo el país. Más de 17.000 hectáreas habían sido consumidas por el fuego.
En Bogotá, la capital, el humo deterioró gravemente la calidad del aire, afectando a la salud de los residentes, algunos de los cuales necesitaron atención médica. Los incendios, alimentados por especies vegetales invasoras y altamente inflamables como el eucalipto y el pino, supusieron un importante reto para las 805 personas que trabajaron incansablemente para controlar las llamas. Estas especies, que contienen aceites y savias inflamables, ayudaron a que el fuego mantuviera su intensidad durante varios días.
Arriba, foto que muestra a un bombero adentrándose en terreno accidentado en el cerro El Cable, con el telón de fondo de una montaña oscurecida por la bruma de los incendios.
Los esfuerzos para gestionar la crisis incluyeron la suspensión temporal de los vuelos en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, lo que puso de manifiesto el impacto de los incendios en la vida urbana y las infraestructuras.
Dos bomberos recorren un paisaje calcinado en una pendiente pronunciada. La tierra ha quedado calcinada, con restos de vegetación aún humeantes, pintando un cuadro de la devastación del incendio forestal.
Un bombero solitario se encuentra en un paisaje humeante en la colina de El Cable, rodeado de árboles quemados.
Una imagen impactante de los intervinientes trabajando en el corazón de los bosques dañados por el incendio de El Cable Hill.
Bomberos trabajando en medio de la devastación, con una señal que indica que la zona es una reserva forestal. Sus esfuerzos hacen hincapié en la normativa medioambiental vigente para proteger estas tierras.
Más adentrados en el incendio, los bomberos se enfrentan a mayores riesgos y contaminación ambiental debido al humo y a los materiales peligrosos.
Bomberos manipulando mangueras y equipos cerca de un depósito de agua roja. Están coordinando los esfuerzos para combatir y extinguir los incendios en la colina de El Cable.
Todas las fotos son cortesía de David Camilo Plazas Vargas