Nunca imaginé que mi talento estaría entre las telas y las tijeras, experimentando con diferentes tipos de lienzos, texturas y colores. Disfruto que todo esté en armonía, y es precisamente este proceso el que más me satisface en cada nuevo pedido.
SAN PEDRO SULA, Honduras—Escribo los detalles de otro pedido mientras vigilo a Sadie Sofia durante sus clases virtuales en nuestro Espacio Creativo. Adrián juega con algunos de los juguetes que forman parte de la decoración de la tienda Best Minie-me Hn. Para mí, este es un sueño hecho realidad, por el que trabajé día y noche.
Recuerdo ese viernes hace cinco años tan claramente.
Pensando que sería divertido vestirme igual que mi hija, mandé hacer dos blusas blancas: una para Sadie y otra para mí. Estaba tan feliz con el resultado que le pedí a mi esposo que nos tomara una foto.
No fue la mejor foto, de hecho, posamos sentadas en el asiento trasero de nuestro auto. Aunque no se apreciaban muy bien los outfits, ese mismo día subí la foto a un grupo de mamás en Facebook. A partir de ese momento, mi vida cambió.
Después de publicar la foto en las redes sociales, me olvidó de ella. Regresamos a casa y nos quedamos dormidos. Al día siguiente, cuando me desperté, me sorprendió ver más de 1000 mensajes provenientes de mi publicación. Todas fueron positivas: ¡Qué bonitas blusas! ¡Los quiero para mí y mi hija! ¿Donde los compraste? ¿Los vendes?
Me detuve un momento y volví a leer: ¿los vendes? No, no los vendía todavía, pero eso estaba a punto de cambiar. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de negocio, y antes de contestar creé una página y un nombre para mi nuevo emprendimiento: Best Minie-me Hn.
Publiqué el enlace en los comentarios de esa foto, y les dije a todas las mamás que la comentaron que la siguieran e hicieran sus pedidos. Dos días después de eso, ya estábamos entregando ropa match.
El progreso ha sido lento pero constante, y cada pedido fue fundamental para llegar a donde estamos hoy. Cada rincón de nuestra tienda física, inaugurada en 2021, está decorado con esmero y dedicación. Aunque las responsabilidades son mayores ahora que hemos crecido, todavía puedo entregar a tiempo. Dios me habla a través de alguien mostrándome que lo que hago inspira a otros.
Antes, nuestra casa me servía de taller, bodegay depósito; había telas, reglas, hilos, tijeras y bocetos por todas partes. Hacía entregas personalmente con mi hija en brazos, a veces apurada porque estaba enferma o inquieta. Ahora, mi tienda y Creative Space tiene una dirección en una de las principales ciudades de Honduras.
He intentado lanzar otros tipos de negocios en el pasado; siempre quise tener un ingreso personal sin descuidar a mis hijos y mi casa. Sin embargo, vender comida y café no funcionó.
Ahora he encontrado mi fuerza, y crear diseños de ropa combinada para toda la familia se ha convertido en mi trabajo diario y mi pasión.
Una vez que termino la ropa y llega a las manos de mis clientes, me llena de orgullo verlos en sesiones de fotos, cumpleaños y eventos.
Nunca imaginé que mi talento estaría entre las telas y las tijeras, experimentando con diferentes tipos de lienzos, texturas y colores. Disfruto que todo esté en armonía, y es precisamente este proceso el que más me satisface en cada nuevo pedido.