Rompiendo estereotipos: primera Miss Universo centroamericana abandera la defensa de la salud mental
Si la historia de mi vida sirve de inspiración para mujeres y niñas de todo el mundo, que la tomen como un puente hacia algo mejor que ayer, pero no mejor que mañana.
- 3 meses ago
febrero 2, 2024
Sheynnis Palacios is the first Central American to be crowned Miss Universe in 2023. She won at the Miss Universe competition in El Salvador. | Photo courtesy of Benjamin Askinas
SAN SALVADOR, El Salvador ꟷ Cuando era niña, me sentaba a ver quién ganaba el concurso de Miss Universo. En el momento en que colocaron la corona en la cabeza de la ganadora, pensé: “Quiero ser como ella”. En mi mente floreció el sueño de estar en el escenario: una hermosa mujer llena de poder y confianza, capaz de cumplir con todas las responsabilidades de su papel. En 2023, cuando finalmente gané Miss Universo, me sentí en shock. Me tomó una semana y media procesar ese momento. Algunos días todavía me pregunto: “¿Soy realmente Miss Universo?” Siento que logré lo inalcanzable y, a pesar de todo, mi niña interior salió a jugar.
Ganando Miss Nicaragua y luego Miss Universo, nació mi proyecto multiformato “Entiende tu Mente”. Lleno de amor y pasión, “Entiende tu Mente” está inspirado en mi diagnóstico de ansiedad cuando tenía 18 años. Al utilizar mi plataforma como presentadora de un programa de televisión nacional, me sentí responsable de compartir mis experiencias y acercar información veraz sobre salud mental a mi audiencia. [“Entiende tu Mente” se transmite por Canal 11 de Nicaragua e incluye invitados con experiencia en salud mental, que acompañan a mujeres que luchan contra la ansiedad y otros desafíos similares.]
Lea más relatos en primera persona en Orato World Media de personas que enfrentan desafíos de salud mental como el TOC, el trastorno del espectro autista, la esquizofrenia y el trastorno de acaparamiento. Desplácese por la categoría Salud para encontrar más historias como estas.
Al abordar los certámenes de Miss Nicaragua y Miss Universo, me alejé dramáticamente de la tradición.
Mi amor por los escenarios comenzó desde muy joven y nunca hubo un momento en mi vida, desde el preescolar hasta la universidad, en el que no participara en eventos culturales. Estar en el escenario fue emocionante, aunque solo fuera por unos minutos. Mi primera victoria llegó en octavo grado, a la edad de 12 años. Poco después, una reina de belleza adolescente re publicó un Tweet de mi perfil y lo sentí como una señal divina. Quería pasar de los eventos culturales a los concursos de belleza.
Le expresé mi interés a mi mamá, pero enfrentamos serios obstáculos. Entre la matrícula escolar y la satisfacción de las necesidades alimentarias básicas de nuestro hogar, sin garantía de ganar, los desafíos financieros parecían insuperables, pero persistimos y encontramos una manera.
Cuando gané el certamen nacional Miss Teen 2016 en Nicaragua y terminé entre las cinco primeras en una competencia internacional, una sensación de felicidad me consumió. Continué compitiendo mientras me acercaba al final de la universidad y finalmente me sentí lista para el gran escenario, pero hice algo inusual. Me corté el pelo.
Ya había comenzado a forjar mi propio camino: impulsar una nueva trayectoria y una nueva era para las mujeres que compiten en los principales concursos de belleza. Rodeada de mujeres con cabello largo y extensiones, quería ser la primera en Centroamérica en ganar con el cabello corto. Romper un ciclo y vivir la vida de mis sueños me impulsó a través de Miss Nicaragua y Miss Universo, y sentó las bases para mi proyecto que aborda problemas de salud mental en América Central y América Latina.
De los ataques de pánico al Miss Universo, uso la historia de mi vida para inspirar a otros
Al competir en Miss Nicaragua me sentí rodeada del apoyo de personas que creyeron en mí y nunca se alejaron de mi lado, ni por un momento. Sentí el mismo apoyo de personas en mis plataformas de redes sociales y surgió en mí un profundo aprecio por ellas. La motivación que recibí de mi familia y de quienes miraban desde lejos fue como la gasolina empujando un automóvil a 110 millas por hora por la carretera.
Cuando ese poder me llevó hasta Miss Universo, me armó con una sensación de compromiso total. Mientras me preparaba para ir a El Salvador a competir, me dije: “Si vas, vas por tus sueños, pero también tienes una gran responsabilidad de dar lo mejor de ti misma. Cuando regreses a Nicaragua dirás: ‘Yo lo hice; Lo di todo y estoy satisfecha’”.
Como alguien que ha luchado contra una ansiedad grave durante años, la presión y la frustración pueden ser un desafío, pero la organización se hizo cargo y me brindó un verdadero apoyo en el aspecto psicológico. Me ayudaron a gestionar mi inteligencia emocional permitiendo que mi psicóloga me acompañara durante todo el proceso.
En dos ocasiones en el escenario experimenté ataques de ansiedad, pero gracias a la preparación y el apoyo supe cómo manejarlos. Sentí mucho miedo de pasar la ronda de preguntas, pero superé la crisis de ansiedad inminente y aprendí, una vez más, que nada es imposible.
Ganar la corona de Miss Universo me conectó con muchas personas que no sólo ven la banda, sino que pueden entender lo duro que trabajé para llegar hasta aquí. Siento su empatía y quiero inspirar a las niñas a través de la historia de mi vida, incluida mi ansiedad.
Miss Universo lucha por romper estereotipos en torno a la salud mental
Según la Organización Mundial de la Salud, durante y después de la pandemia de COVID-19, las tasas de depresión y ansiedad se dispararon, especialmente entre las mujeres. A través de la Agenda 2030, pretendo trabajar por una sociedad más igualitaria y respetuosa con la salud mental. Necesitamos abordar este tema de manera integral.
Como alguien que ha luchado contra la ansiedad y los ataques de pánico, sé que pueden desencadenar enfermedades crónicas y terminales y obstaculizar nuestro desarrollo en diferentes etapas de la vida. No son sólo las mujeres; La Organización del Muro Verde destaca que los hombres y los niños también sienten plenamente los efectos. Por esta razón, estoy adoptando un enfoque de toda la sociedad.
En momentos como estos, realmente me siento como Sheynnis: una mujer madura que trabajó duro durante años y logró sus sueños a través del amor, la pasión, la disciplina y la dedicación. A menudo digo: «Somos lo que atraemos». Si te rodeas de buena energía y de gente sana y positiva, te ayudará a seguir adelante.
Sé que existen comentarios negativos sobre mí pero no tengo tiempo para ello. En cambio, sigo una agenda estricta y amo mi trabajo. La mayor recompensa de convertirme en la primera Miss Universo centroamericana de la historia es aprender a aceptar la gratitud y seguir creando espacios seguros donde podamos descubrir soluciones a nuestro sufrimiento. Siempre lucharé para romper con los estereotipos.
