Vaibhav murió en el acto luego del impacto de un rayo. Yo le escapé a la muerte.
AMER, India — Era un domingo lluvioso.
Mi amigo Vaibhav y yo fuimos a visitar el Fuerte Amer de Jaipur, conocido popularmente como Palacio Amer. Es uno de los fuertes más visitados de la India y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Teníamos la intención de ir el 11 de julio, después de que el gobierno estatal levantara las restricciones por la pandemia. Los padres de Vaibhav, que vivían en Sikar, una ciudad a unas dos horas de Jaipur, le pidieron que pospusiera el viaje un par de días.
Se había matriculado en la universidad y tenía previsto ingresar a la residencia universitaria. Querían pasar más tiempo con él.
Vaibhav tenía 19 años y era estudiante de derecho de primer año. No escuchó; el atractivo de la diversión al aire libre después de meses de encierro era demasiado difícil de resistir.
Ese día, Vaibhav fue alcanzado por un rayo.
Estábamos dando un paseo por el corredor de la herencia real de Jaipur cuando nos golpeó un aguacero bíblico. Vimos una magnífica atalaya y la subimos para hacernos una selfie.
La vista desde la torre era fascinante.
Alrededor de 40 turistas estaban en la torre y mientras se tomaban selfies un rayo cayó sobre el Fuerte Amer de Jaipur. Hubo un gran destello de luz seguido de un estruendo. Fue espantoso.
Sentí como si alguien me golpeara en la nuca. Me caí.
Cuando miré a mi alrededor, había gente muerta. Las mujeres y los niños gritaban. La pared de la torre se había derrumbado y muchos quedaron enterrados debajo de los escombros.
Mi brazo derecho estaba entumecido y apenas podía moverlo. Sentí como si tuviera una parálisis. Mi brazo estaba rígido como una piedra.
Las víctimas fueron trasladadas al hospital Sawai Man Singh. Doce turistas, en su mayoría mujeres y niños, fallecieron antes de llegar. Once fueron tratados por lesiones graves.
La escena en el hospital fue espantosa. Los heridos gritaban de dolor. Algunos tenían cortes en el cuerpo, mientras que otros, quemaduras graves.
Los muertos fueron enviados al cementerio. Los heridos fueron dados de alta después de recibir tratamiento primario.
Vaibhav murió en el acto luego del impacto de un rayo. Yo le escapé a la muerte.
Fue espantoso. Los padres de Vaibhav le permitieron ir porque yo lo acompañaba. Era hijo de un amigo íntimo de mi padre.
Ahora estaba muerto. ¿Qué les diría a sus padres? No tuve respuesta.
Vaibhav murió de shock y traumatismo directo. Su cuerpo yacía rígido y sin vida frente a mí. Ahora, sus padres están devastados; no pueden creer que se haya ido.
Vaibhav era su único hijo y maldijeron el día que salió de la casa. Perdimos a un joven extraordinario, un estudiante brillante que tenía un gran futuro.
Esas 12 vidas perdidas podrían haberse salvado si el gobierno estatal hubiera atendido las solicitudes del Departamento de Arqueología de instalar pararrayos.
Además, se supone que el departamento meteorológico debe emitir advertencias de mal tiempo a los turistas. El 11 de julio, cuando murió mi amigo, el departamento no emitió la «Alerta Naranja» ni advirtió al público de un posible rayo.
Cuando recuerdo ese día, tengo un simple pensamiento. A Vaibhav le digo: «Perdóname, amigo».