BURELA, España ꟷ Al igual que el protagonista de mi libro, he sufrido un Trastorno Obsesivo Compulsivo durante más de 10 años. Cuando recibí mi diagnóstico de TOC, carecía de las herramientas necesarias para explicar mis experiencias a la gente. Sin las palabras adecuadas, a menudo explicaba mi trastorno a medias. El proceso me resultaba […]
BURELA, España ꟷ Al igual que el protagonista de mi libro, he sufrido un Trastorno Obsesivo Compulsivo durante más de 10 años. Cuando recibí mi diagnóstico de TOC, carecía de las herramientas necesarias para explicar mis experiencias a la gente. Sin las palabras adecuadas, a menudo explicaba mi trastorno a medias. El proceso me resultaba molesto e incómodo.
Pasé años sentada en las salas de terapia y expresando lo que podía. Hoy he aprendido a expresarme de otra manera. Mi objetivo al escribir el libro partió de la premisa de entretener al lector mientras explicaba el TOC y la manía.
Dado que la salud mental ha sido tradicionalmente un tema tabú, hablar de ella abiertamente es cada vez más importante hoy en día. Con demasiada frecuencia, en los medios de entretenimiento, la literatura y otras formas de consumo de información, las personas con problemas de salud mental son representadas de una de dos maneras.
Lo vemos como algo «divertido» y lo relacionamos con la risa o la comedia, o nos vamos por el camino de las novelas oscuras que retratan la psicopatía, a menudo relacionada con actos horrendos como el asesinato. Afortunadamente, ahora vemos que se está produciendo un cambio en el mundo.
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Mientras se produce este cambio, debemos hablar de la salud mental. Algunas personas la perciben de forma errónea y no todo el mundo tiene un testimonio de primera mano para concienciarse. Debemos dar a conocer nuestras experiencias para que los demás se den cuenta de que sufrir una depresión o ser diagnosticado con un trastorno obsesivo compulsivo no es peor que romperse una pierna o tener diabetes. Sin embargo, no existen los mismos miedos y prejuicios hacia alguien con diabetes que hacia alguien con TOC.
Al escribir mi libro, tuve la oportunidad de verme en él. Eso resultó ser una experiencia divertida e interesante. Como persona que sufre el TOC, me imaginé situaciones que el trastorno puede producir, como limpiar o ir a un baño público.
A veces, esos momentos se vuelven horribles y abrumadores, como una pesadilla. La ansiedad aumenta y los latidos del corazón se incrementan, luego un entumecimiento se apodera de todo el cuerpo. Al haber vivido momentos así, me centré en transmitir al lector las emociones reales.
La ansiedad puede ser una de las peores sensaciones que experimenta una persona. Puede apoderarse de la vida de uno de diversas maneras. No le desearía mi sufrimiento a nadie. Se manifiesta física y mentalmente. Al escribir mi libro, espero que la gente empiece a entender mejor a las personas como yo.
Abordé el personaje principal del libro utilizando mi propia historia. Darle voz me resultó fácil porque la caractericé como yo misma. Me encanta hacer bromas y pasarlo bien, y a ella también. En los momentos difíciles de mi vida, utilizo el humor para salir adelante. Esto me permitió darme cuenta, con el paso de los años, de que todo es relativo, incluso mi sufrimiento.
Pensé que hablar de la experiencia vivida de la ansiedad sería extremadamente difícil para mí, y aún más difícil de entender para el lector. ¿Cómo podrían comprender el nivel de malestar e inquietud que sufren las personas con ansiedad?
Para mi sorpresa, he recibido comentarios increíblemente positivos. Los lectores dicen que se sienten identificados o que por fin entienden lo mal que lo pasamos. Entienden cómo los diferentes escenarios y situaciones afectan a nuestros nervios.
Aunque pensé que la narración crearía una identificación entre algunas personas, me doy cuenta de que todo el mundo se ha sentido así alguna vez. Los lectores dicen que, si bien pudieron empatizar, el libro les abrumó con sus excepcionales descripciones de la experiencia humana. Para mí, esa respuesta me parece un lujo.