Un abogado de la Comisión Independiente de Derechos Humanos presencia la violencia de los colonos en Cisjordania
En general, los palestinos sienten una profunda decepción con la comunidad internacional, que parece incapaz o poco dispuesta a tomar medidas eficaces para detener los horrores en Cisjordania. En esta amarga realidad, los palestinos se sienten como si vivieran en una jungla, donde los colonos explotan la tierra y a las personas sin disuasión.
- 1 mes ago
octubre 20, 2024
Settlers in the West Bank. | Photo courtesy of Farid Elatrash
Como abogado de la Comisión Independiente de Derechos Humanos ubicada en el sur de Cisjordania, y residente en la ciudad de Doha, veo de primera mano la significativa escalada de ataques por parte de colonos en Cisjordania desde el 7 de octubre de 2023. Estos ataques agravan el sufrimiento de los palestinos, mientras los colonos israelíes actúan sin rendir cuentas.
Los palestinos se ven sometidos a múltiples formas de violencia, como asesinatos y confiscaciones de tierras. Mientras tanto, las fuerzas de ocupación israelíes proporcionan apoyo y protección a los colonos. Si los palestinos intentan defenderse, se enfrentan a disparos tanto del ejército como de los colonos. La situación se agrava rápidamente y se vuelve tensa y peligrosa.
Libertad para los colonos, restricciones para los palestinos: la fantasía de una solución de dos Estados
Los puestos de control militar y los cierres impuestos por el ejército israelí hacen casi imposible que los palestinos se desplacen entre zonas de Cisjordania, aislando a menudo pueblos y ciudades. Mientras tanto, los colonos se mueven libremente, atacando las tierras palestinas y apoderándose de ellas. Esta realidad crea una importante disparidad en la vida cotidiana entre palestinos y colonos. Un grupo no puede moverse libremente; el otro goza de total libertad para moverse, apoderarse de tierras y construir.
Entre la expansión de los asentamientos israelíes y el muro de separación que divide la tierra en zonas aisladas donde está prohibida la construcción, los palestinos se enfrentan a importantes restricciones en la agricultura y el desarrollo. Mientras tanto, los colonos israelíes disfrutan de acceso a todos los servicios esenciales, como agua, electricidad y alcantarillado.
Parece que el objetivo claro de estas políticas es presionar a los palestinos para que abandonen sus tierras y obligarles indirectamente a desplazarse. Estas políticas amenazan el futuro de las próximas generaciones palestinas. A pesar de estos retos, la Autoridad Palestina carece de un plan nacional global para hacer frente a la expansión de los asentamientos, lo que refuerza a los colonos y hace cada vez más imposible la perspectiva de una solución de dos Estados, anhelada por muchos tras los Acuerdos de Oslo.
Desde la firma de esos acuerdos en 1993, la actividad de los asentamientos ha aumentado drásticamente, debilitando las posibilidades de establecer un Estado palestino independiente. Los asentamientos no se detienen en ningún límite concreto; simplemente siguen expandiéndose, haciendo que hablar de una solución de dos Estados sea mera fantasía o ilusión. La Autoridad Palestina, encargada de proteger a los palestinos, parece incapaz de hacer frente a esta expansión. Su papel débil e ineficaz a la hora de abordar la violencia de los colonos ahonda el sentimiento de frustración entre los palestinos.
Colonos armados y apoyo gubernamental
En un incidente reciente en el pueblo de Wadi Rahal, cerca de Belén, los colonos mataron a un palestino y se apoderaron de tierras. A pesar de este horrible incidente, el ejército israelí no hizo nada para proteger a los palestinos, y la Autoridad Palestina no proporcionó protección ni intervino para detener la confiscación de tierras. Este incidente no es excepcional, sino que forma parte de una larga serie de ataques contra palestinos en toda Cisjordania.
Los colonos se arman y equipan gracias a figuras como el ministro Itamar Ben-Gvir, que vive en un asentamiento de Hebrón. Bajo el actual gobierno israelí de extrema derecha, los ataques contra los palestinos se intensifican, sin que exista una verdadera disuasión para estas milicias armadas que cometen crímenes con el conocimiento y el beneficio de la protección militar y política. La lucha contra los asentamientos y la ocupación israelí no parece que vaya a terminar pronto.
Mientras el pueblo palestino no obtenga su legítimo derecho a la libertad, la dignidad y la autodeterminación, este conflicto seguirá abierto y continuará indefinidamente. Poner fin a la actividad de asentamientos es una condición fundamental para lograr cualquier solución duradera y justa a la causa palestina. Sin ello, los palestinos nunca serán una entidad independiente ni vivirán con dignidad.
Las continuas violaciones y ataques en Cisjordania amenazan con aumentar el ciclo de violencia en la región. A pesar de los enormes desafíos, el pueblo palestino se mantiene firme en su tierra, aferrándose a sus derechos y resistiendo a todas las amenazas e intentos de desplazamiento.
La comunidad internacional y la causa palestina
Queda cierta esperanza en que la comunidad internacional intervenga seriamente y ponga fin a estas violaciones. Sin embargo, hasta ahora las posturas internacionales no están a la altura de los retos a los que se enfrenta el pueblo palestino. Activistas y ciudadanos piden a la comunidad internacional que adopte una postura clara y firme contra las políticas israelíes de asentamientos y ponga fin a las violaciones diarias que sufren los palestinos.
Por desgracia, muchos países y organizaciones internacionales adoptan posturas tímidas o ineficaces. Empieza a parecer que el sufrimiento palestino no atrae la necesaria atención internacional. Los tribunales internacionales deben intervenir para que los responsables de estas violaciones rindan cuentas y enviar un mensaje firme de que las violaciones de los derechos humanos no quedarán impunes.
En general, los palestinos sienten una profunda decepción con la comunidad internacional, que parece incapaz o poco dispuesta a tomar medidas eficaces para detener los horrores en Cisjordania. En esta amarga realidad, los palestinos se sienten como si vivieran en una jungla, donde los colonos explotan la tierra y a las personas sin disuasión. La necesidad de una intervención internacional urgente y eficaz es más urgente que nunca.
