Inmediatamente después del intento de asesinato, se calcula que medio millón de personas salieron a la calle en Buenos Aires. Los líderes de los partidos gobernantes y de la oposición pidieron una «mejor convivencia democrática» para fortalecer la democracia. La presidenta Fernández instó: «Podemos discrepar, podemos tener profundos desacuerdos, pero el discurso del odio no puede tener lugar porque engendra violencia y no hay posibilidad de que la violencia conviva con la democracia.»
BUENOS AIRES, Argentina ꟷ El 2 de septiembre de 2022, un hombre se abrió paso entre una multitud y apuntó con una pistola directamente a la cabeza y a la cara de la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, mientras ésta saludaba a los ciudadanos en la puerta de su casa. Un video captó el momento en que el hombre aprieta el gatillo, el arma hace clic y Kirchner se cubre la cara y se agacha. El arma no se disparó.
Advertencia: el siguiente video puede ser perturbador para algunas personas.
El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo que este era «el incidente más grave que hemos vivido» desde que el país se convirtió en una democracia en 1983. La vicepresidenta Kirchner fue gobernadora, primera dama cuando su difunto marido era presidente, y luego presidenta ella misma de 2007 a 2015. Representa al movimiento de izquierda en Argentina y habla con vehemencia sobre los abusos de los derechos humanos. Bajo su mandato y el de su marido, se legalizó el matrimonio homosexual en el país y aprobó aranceles para proteger la industria y el empleo locales.
Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años, fue detenido a las 9 de la mañana por intento de asesinato. Se negó a declarar o a responder a las preguntas del interrogatorio. Aunque nació en Brasil, Montiel se crió en Argentina desde 1993 y es de madre argentina.
Inmediatamente después del intento de asesinato, se calcula que medio millón de personas salieron a la calle en Buenos Aires. Los líderes de los partidos gobernantes y de la oposición pidieron una «mejor convivencia democrática» para fortalecer la democracia. La presidenta Fernández instó: «Podemos discrepar, podemos tener profundos desacuerdos, pero el discurso del odio no puede tener lugar porque engendra violencia y no hay posibilidad de que la violencia conviva con la democracia.»
Kirchner se enfrenta a lo que ella denomina un ataque injusto en el caso de las acusaciones de corrupción que se le imputan. Algunas fuentes de noticias citaron esos cargos como un posible motivo, pero no hay nada confirmado. Un intento anterior muy público de acusarla de corrupción en 2019 fracasó cuando los cargos fueron desestimados en 2021.
Todas las fotos son cortesía de Eva Valezquez. Haga clic aquí para ver más historias de América Latina.