La policía respondió con contundencia a las manifestaciones, empleando tácticas como gas pimienta, balas de goma y porras contra los manifestantes. Su mano dura siguió a las acciones de los manifestantes, que incluyeron el derribo de vallas y el lanzamiento de piedras contra los agentes.
BUENOS AIRES, Argentina – Todos los miércoles, los manifestantes se reúnen cerca de las oficinas del gobierno para protestar contra el veto del Presidente Javier Milei a una propuesta de aumento de las pensiones ante el aumento de la inflación. La decisión de Milei de bloquear el aumento de 17.000 pesos (17 dólares estadounidenses) provocó la ira generalizada de la opinión pública y llevó a miles de personas a manifestarse en contra. Los jubilados, que luchan por sobrevivir con una pensión mínima de apenas 244.000 (247 dólares), exigen un mejor apoyo en vista de sus años de servicio.
Recientemente, los manifestantes se enfrentaron a la policía frente al Congreso argentino cuando las tensiones alcanzaron su punto álgido. Miles de manifestantes, en su mayoría jubilados, derribaron barreras y entraron en masa en la zona del Congreso. En respuesta, la policía utilizó gas pimienta y disparó balas de goma para dispersar a la multitud, intensificando el enfrentamiento en Buenos Aires.
La Cámara de Diputados votó 153 a favor y 87 en contra del aumento de las pensiones. Sin embargo, no se alcanzó la mayoría de dos tercios necesaria para su aprobación. Esta decisión se produjo después de que Milei vetara el proyecto de ley por temor a que pusiera en peligro el plan de equilibrio fiscal del país. Al conocerse la noticia, cientos de manifestantes salieron a la calle en el centro de Buenos Aires para reclamar mejores condiciones de vida.
Entre los manifestantes que se manifiestan ante el Congreso argentino hay participantes muy diversos, entre ellos hombres, mujeres jubiladas, pensionistas y niños. Levantan la voz y sostienen pancartas y carteles exigiendo mejores condiciones de vida y pensiones justas. La presencia de niños en estas concentraciones pone de relieve el impacto intergeneracional de la crisis de las pensiones, ya que las familias se unen para apoyar a sus parientes ancianos. Muchos jubilados, que han dedicado décadas a su trabajo, se unen en su lucha por conseguir una jubilación digna.
La policía respondió con contundencia a las manifestaciones, empleando tácticas como espray de pimienta, balas de goma y porras contra los manifestantes. Su mano dura siguió a las acciones de los manifestantes, que incluyeron el derribo de vallas y el lanzamiento de piedras contra los agentes. Muchos críticos condenaron estas medidas por excesivas, sobre todo teniendo en cuenta la edad y la vulnerabilidad de muchos de los manifestantes.
El 11 de septiembre de 2024, la fotógrafa Ludmila Nanniz llegó a la zona del Congreso sobre las 13.30 h. Allí se percató de que la Policía Federal Argentina, la Prefectura Naval, la Gendarmería y la Policía Municipal ya estaban apostadas. Al estallar el enfrentamiento entre manifestantes y policías, los agentes soltaron gas pimienta, alcanzándola en medio del caos. Como consecuencia, Ludmila Nanniz sintió el escozor y se aplicó óleo calcáreo para aliviar su piel irritada.
Durante las protestas, los manifestantes experimentaron una gran angustia debido al uso de espray de pimienta por parte de la policía, que afectó a muchos participantes. A medida que el gas llenaba el aire, los manifestantes tosían, tenían arcadas y se desorientaban, lo que les impedía continuar la manifestación. Cuando se utiliza, puede causar ceguera temporal, dificultades respiratorias y una fuerte sensación de quemazón, con efectos que duran entre 15 minutos y más de una hora.
Todas las fotos son cortesía de Ludmila Nanniz.