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Muerte después de un diagnóstico fallido impulsa una nueva ley

Quiero hacer visible la muerte de tantos niños, bebés y adultos jóvenes para que no haya más víctimas.

  • 4 años ago
  • mayo 11, 2021
4 min read
Gabriela y su hijo Nicolás Gabriela y su hijo Nicolás, siempre unidos. | Gabriela Covelli
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Gabriela y su hijo Nicolás
Protagonista
Gabriela Covelli perdió a su hijo Nicolás tras un diagnóstico erróneo y se convirtió en activista en Argentina.
Contexto
La ley de Nicolás se resume en los siguientes puntos:
Incorporar la figura de la mala praxis en el código penal.
Levantar las penas por el delito de mala praxis y suspensión preventiva del registro de los médicos imputados.
Crear un registro de las médicos que actuaron con negligencia.
Digitalizar y encriptar los registros médicos para que nadie pueda manipularlos.
Por parte del Estado, asistir a los familiares de las víctimas de mala praxis.
Argentina lidera el ranking de litigios por negligencia médica y dental en América Latina, según un estudio de la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI).
Uno de cada cinco médicos argentinos enfrenta una demanda (y el promedio es de cuatrocientos mil pesos).
Además, denuncia que, para cubrirse, algunos profesionales prescriben estudios que no son necesarios y aumentan el costo del sistema de salud. Todos pagan un seguro fijo con su matrícula que cubre hasta ciento cincuenta mil pesos.
Sólo una de cada tres demandas es contra un médico; los otros dos están en contra de las prepagas y de las obras sociales, según el informe de ACAMI.

Después de un diagnóstico equivocado, mi hijo murió de meningitis bacteriana.

No te imaginas lo doloroso que es perder a un niño.

Era un chico excepcional.

Creé una ONG para que nadie más tuviera que sufrir un diagnóstico equivocado.

Cuando la negligencia mata

Mi hijo, Nicolás Deanna, tenía 24 años y era deportista.

Un día, decidió consultar con un médico después de varios días con un fuerte dolor de cabeza.

Sin preocuparse mucho, le recomendó tomar analgésicos pero las molestias continuaron.

Dos días después, volvió a visitar al médico.

Esta vez estaba un poco más preocupado.

Tenía fiebre, fuertes dolores de cabeza y comenzó a vomitar en el consultorio del médico, todos síntomas aparentes de meningitis bacteriana.

El médico diagnosticó «contractura en la base del cráneo».

Entonces, una vez en la clínica, lo internaron.

Una vez más, el médico creía que una alergia causaba fiebre. Así selló su destino.

Durante tres días, le inyectaron Diazepam, Diclofenac, también Keterolac por vía oral, pero el dolor no bajó.

Lo que siguió fue daño cerebral irreversible seguido de un coma.

Días después, falleció Nicolás.

En menos de un mes, ya no tenía a mi hijo conmigo.

Integrantes de la ONG y autoconvocados, a favor de la promulgación de la Ley Nicolás.
Integrantes de la ONG y autoconvocados, a favor de la promulgación de la Ley Nicolás. | Gabriela Covelli

Pasar del dolor a la acción

Durante tres años, he intentado cambiar mi dolor y mi ausencia por un buen propósito.

Quiero que la muerte de mi hijo no sea en vano.

Quiero hacer visible la muerte de tantos niños, bebés y adultos jóvenes para que no haya más víctimas.

Por eso creé una ONG llamada «Por la Vida».

Integrantes de la ONG y autoconvocados, a favor de la promulgación de la Ley Nicolás.
Integrantes de la ONG y autoconvocados, a favor de la promulgación de la Ley Nicolás. | Gabriela Covelli

Ayudo a personas que sufrieron negligencia a visibilizar sus problemas para que la opinión pública tome conciencia.

El médico que atendió a Nicolás lo conocía, y si alguien hubiera alzado la voz, quizás mi hijo hoy estaría vivo.

La Ley Nicolás

Ahora, estoy luchando para promover la ley.

Le pido a la gente que alce la voz y nos ayude a hacer realidad la ley de Nicolás.

Somos muchos los que la apoyamos y podemos crecer si tú también firmas la solicitud.

La Ley Nicolás, nombrada así en memoria de mi hijo, busca tipificar como delito la negligencia médica.

Aunque la ley no es muy conocida, pero no nos detendremos hasta que esto se haga visible.

Hasta la fecha, no existen registros del tema. El diagnóstico final nunca dice que es un diagnóstico fallido, entonces se asienta en cualquier otra categoría.

También, queremos que cada paciente tenga su historia clínica digitalizada para poder acceder desde cualquier lugar del país.

Cuando yo pedí la historia clínica de Nicolás, me la negaron hasta el cansancio. Sólo quería saber si las acciones de la persona que cuidaba a mi hijo habían sido correctas.

Martin Luther King dijo una vez: «La tragedia suprema no es la opresión y la crueldad de la gente mala, sino el silencio de la gente buena».

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