La muestra parecía transparente como el agua y con varias pruebas confirmamos que habíamos extraído el ARN de un tigre de Tasmania extinto. Mi alegría no conoció límites. Increíblemente emocionado, salté en el aire, gritando.
ESTOCOLMO, Suecia ꟷ Por primera vez en la historia, un equipo en Suecia recuperó ARN de un animal extinto, logrando lo impensable. [El ARN o ácido ribonucleico permanece presente en todas las células vivas. Actúa como mensajero, transporta instrucciones del ADN y alberga información genética.] Existen muchos experimentos para trabajar con restos de animales conservados en permafrost o con pieles de caninos, por ejemplo. Sin embargo, recuperar ARN de un tigre de Tasmania (especialmente porque el ARN se descompone más rápido) es un avance científico profundo.
La recuperación del ARN permite resucitar una especie. [El último tigre de Tasmania vivo murió en cautiverio en un zoológico en 1936.] El hábitat natural del tigre todavía existe en Australia y esperamos introducirlo allí. La perspectiva de devolverlo a la vida y reintroducirlo en su ecosistema original genera una gran alegría para nuestro equipo. Esta hazaña requerirá el dominio del genoma de los mamíferos (ADN) y la comprensión de la expresión y regulación genética (ARN). Con la prueba de concepto, nos sentimos inspirados a recuperar ARN de animales que llevan mucho más tiempo extintos, como el mamut lanudo.
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El proceso comenzó investigando el mejor lugar para obtener una muestra del animal extinto. Nos decidimos por el Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo. Con una colección de tres tigres de Tasmania, uno de ellos resultó perfecto para la extracción de muestras. Para el ojo común, parecía que simplemente estábamos recolectando piel, músculos y huesos, pero para nosotros significaba mucho más. Al embarcarnos en esta aventura, sentí una alegría intensa, mezclada con miedo.
Conociendo las posibilidades, trabajé duro para eliminar todas las dudas. Teníamos la tarea de recolectar la mejor muestra sin cometer ningún error. Motivados, entramos en el laboratorio de investigación para extraer el ARN de los tejidos, un proceso muy meticuloso. El ARN sigue siendo extremadamente frágil y puede degradarse o desaparecer rápidamente si no se protege. Entre otros factores, la temperatura adecuada sigue siendo clave. El proceso requiere frío extremo.
Cuando llegó el momento, me sentí increíblemente tenso, pero me mantuve concentrado y atento. Mi mente se volvió como un radar, descargando y aplicando rápidamente cada pieza de información que tenía a mano. Una vez obtenida la muestra, la llevé a una máquina para su medición. En ese mismo momento supe que teníamos algo importante, pero necesitaba confirmación de que la muestra era ARN.
La muestra parecía transparente como el agua y con varias pruebas confirmamos que habíamos extraído el ARN de un tigre de Tasmania extinto. Mi alegría no conoció límites. Increíblemente emocionado, salté en el aire, gritando. Fue como ganar una carrera. Después de meses de arduo trabajo e incertidumbre, el equipo realizó un descubrimiento histórico.
El proceso completo duró unos tres meses y llegó a su fin cuando miramos la muestra en pantalla. Teníamos un porcentaje importante de ARN. Mirando con orgullo a cada miembro del equipo, nos dimos cuenta de que teníamos algo que justificaba el tiempo dedicado al proyecto. Una vez finalizado el trabajo manual de laboratorio, comenzamos el trabajo de ingresar datos en una computadora. Esto marcó el comienzo de otro capítulo.
El equipo tiene la esperanza de que los datos arrojen un archivo lleno de información y millones de secuencias o lecturas de la muestra. Estudiar e interpretar los datos sigue siendo un juego de espera, ya que esperamos que el ARN se alinee con el genoma o ADN del tigre de Tasmania. Observar nueva información parece magia científica y las nuevas secuencias despiertan alegría en lo más profundo del alma. Me imagino que se siente como escalar el Monte Everest. A pesar del terreno accidentado y la incertidumbre, la subida continúa. Dejas atrás la vista de los escaladores caídos, negándote a permitir que eso nuble tu mente. La emoción viene al llegar a la cumbre. ¡Aunque la tarea ha sido ardua, lo hicimos! Nuestro arduo trabajo dio sus frutos. ¿Qué más puedo pedir?
El ARN es como una ventana a las células y a cómo interactúan. Proporciona información concreta sobre el metabolismo en la biología de un animal, abriendo la puerta a un mundo científico completamente nuevo. El ADN almacena la información genética de un ser vivo. Sin embargo, para que cada parte se desarrolle de una manera particular, debe expresarse por separado de otros tejidos orgánicos. Aquí es donde entra en juego el ARN.
La molécula sigue siendo la encargada de decodificar las instrucciones instaladas en cada célula y comenzar el desarrollo hacia lo que serán. Una transcripción es la lectura de instrucciones del ARN y un transcriptoma es la colección de lecturas de genes presentes en la unidad básica del ser vivo. Para determinar cuándo y dónde se activaban los genes en un tejido, justo antes de la muerte, hace 130 años, aislamos el transcriptoma.
Para expresar el ARN en términos simples, imaginemos si todos los restaurantes de una ciudad tuvieran un libro de recetas gigante: el ADN. Utilizando ese libro de referencia, cada restaurante prepara platos diferentes: el ARN. Si sólo nos centramos en el ADN, nunca podremos detectar las diferencias entre los restaurantes. Sin embargo, RNA nos permite experimentar la comida única que prepara cada restaurante. La lectura de las recetas revela información importante, pero sin ARN, nos perdemos detalles críticos.
El ARN permite un viaje mágico al interior de las células y tejidos para encontrar biología conservada durante años. Los científicos como yo dedicamos nuestras vidas a este trabajo con un impulso interior y curiosidad por saber algo nunca antes conocido. Esta llama en nuestros corazones nunca se apaga. Descubrir la biología del extinto tigre de Tasmania es como poseer un cofre del tesoro. Comprender la vida de un animal extinto que una vez vagó por la tierra me transporta a un pasado antiguo y esperamos algún día devolverle la vida a esta criatura.