Al principio no tenía claro qué proyecto desarrollar para reducir el cambio climático. Cuando se habla del tema, se piensa en la contaminación de mares por el petróleo, la quema de basura, contaminación que generan las fábricas, etc., pero olvidamos que en pequeña escala cada uno de nosotros contamina en todo momento mientras respiramos y expulsamos dióxido de carbono (CO2).
BARCELONA, España – Durante 4 meses dediqué mi jornada completa a plantear una propuesta de impacto, que beneficiara a las personas y al medio ambiente. Día tras día puse la mayor parte de mi tiempo a observar mi alrededor y encontrar una forma de dejar una huella verde, hasta que finalmente consideré oportuno capturar y reciclar el CO2 de espacios interiores y de esa forma ralentizar el cambio climático, mejorar la calidad del aire y por consecuencia la salud humana. Cuando tuve claro lo que deseaba hacer, apliqué a diferentes becas que apoyaran mi proyecto y después de uno, dos y más intentos sentí una gran satisfacción al obtener la financiación desde la Unión Europea y los fondos Marie Curie.
Desde que fue aprobado el proyecto, cada día me dirijo al laboratorio. Me coloco mi uniforme, gafas y guantes de material resistente porque los elementos químicos a los que me expongo son peligrosos. Este laboratorio tiene máquinas e instrumentos que utilizo para capturar el CO2, actividad que consume un 90% o casi 100% de mi día.
Inicié este proyecto con el objetivo de incidir de forma positiva en la vida de las personas. Cuando se habla del tema, se piensa en la contaminación de mares por el petróleo, la quema de basura, contaminación que generan las fábricas, etc., pero olvidamos que en pequeña escala cada uno de nosotros contamina en todo momento mientras respiramos y expulsamos dióxido de carbono (CO2).
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Todo este proceso ha avanzado más rápido porque he tenido el apoyo de un equipo de profesionales y estudiantes trabajamos en la captura de CO2. El compromiso del equipo ha sido alto, día a día desde tempranas horas de la mañana dedicamos nuestro tiempo a realizar pruebas y buscar aspectos a mejorar.
A continuación, consideramos la conversión. ¿Cómo podemos llevar el CO2 a otro lugar y darle un uso alternativo? Como ingeniero químico, ideo formas de concentrar el dióxido de carbono, transformarlo y liberarlo de forma controlada para crear nuevos productos químicos o biocombustibles.
A medida que el CO2 fluye hacia los receptores, se desplaza a través de un material absorbente, como un filtro. Un compuesto del interior del filtro reacciona con el dióxido de carbono, haciendo que se adhiera, mientras que el aire restante sale limpio. A medida que surgen problemas, los estudiamos y los resolvemos.
Cualquier investigador científico conoce los retos a los que se enfrenta en el laboratorio. En los primeros días del proyecto, recuerdo que tuve un problema con el cromatógrafo de gases, un instrumento que separa el CO2 del resto de gases del aire. Tardamos entre uno y dos meses en resolverlo. Aprovechamos la ocasión para avanzar en otras tareas del proyecto, mientras esperábamos una solución del fabricante.
A lo largo de mi carrera he visto cómo iniciativas importantes no avanzaban, a pesar de los grandes esfuerzos. Seguimos luchando, apoyándonos en el aliento de nuestros colegas, familias y amigos. Recordamos lo importante que es mejorar los entornos donde se reúnen las personas.
Hoy, en alianza con la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador, celebramos la llegada de un nuevo e importante recurso. Nos envían las cenizas de los residuos del azúcar, el arroz y las semillas de anacardo. El material nos ayuda a capturar los minerales que necesitamos para transformar el CO2 en otra cosa. Un acto tan sencillo como el envío de cenizas de El Salvador a España ha reforzado nuestra solidaridad nacional.
Ahora sé que mi trabajo puede traspasar fronteras. El beneficio de un proyecto como éste [es eliminar la abundancia de dióxido de carbono en lugares poblados. Buscamos convertirlo en un producto que, por ejemplo, alimente calderas de combustión; u otros combustibles que no tengan que generarse a partir de orígenes fósiles]. Seguimos día tras día, con la esperanza de dejar nuestra propia huella verde.