Cañar es la capital arqueológica de Ecuador. Las comunidades indígenas incas y cañaris habitan la mayor parte de la zona. Sigue siendo una de las pocas ciudades en las que la gente sigue vistiendo atuendos tradicionales y conserva tradiciones y danzas ancestrales.
CAÑAR, Ecuador – Cuando se oye la palabra sangría, normalmente se piensa en el vino tradicional del mismo nombre. Sin embargo, los Cañaris, una población indígena de Ecuador, tienen un significado diferente para la palabra. Cada año celebran una fiesta llamada Sangría que mantienen en secreto dentro de sus comunidades.
Me topé con la celebración por pura suerte a través de mi trabajo. Mientras trabajaba como fotógrafa para un candidato político en Cañar, oí a la gente hablar de las fiestas. Al descubrir que habían mantenido el evento en secreto durante muchos años, me sentí intrigado. El evento vive sólo a través de fotografías y del boca a boca, y me permitieron asistir.
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La sangría debe su nombre a una antigua costumbre que consiste en cortar una oreja de toro y dejarla sangrar. La sangre sirve para purificar a la madre tierra (La Pachamama), bendecir la cosecha anual y ofrecer protección a los habitantes. Esto explica por qué la celebración tiene lugar al comienzo del nuevo año.
Con el tiempo, el pueblo abandonó la costumbre de utilizar auténtica sangre animal en favor de un día en el que se reparten alimentos, bebidas y dulces entre los niños del pueblo. Los mayores se reúnen para beber, bailar y disfrutar de música en vivo y celebraciones.
Esta celebración también honra a la Virgen de la Nube, y comienza con una banda de música del pueblo que recorre la comunidad en furgonetas, poniendo música a todo volumen y anunciando el comienzo de la fiesta. Después, hombres a caballo, llamados chagras, demuestran sus habilidades bailando alrededor de la plaza y reuniendo a una multitud. Los toros siguen participando en el evento, pero sólo para torear. Decoraciones y hermosas vestimentas colorean toda la zona.
Cañar es la capital arqueológica de Ecuador. Las comunidades indígenas incas y cañaris habitan la mayor parte de la zona. Sigue siendo una de las pocas ciudades en las que la gente sigue vistiendo atuendos tradicionales y conserva tradiciones y danzas ancestrales.