El festival budista Paro Tshechu, de cinco días de duración, se celebra principalmente en los enormes patios de los magníficos Dzongs/Fortalezas de Bután, donde se combinan coloridas máscaras y vestimentas tradicionales con danzas y canciones populares.
PARO, Reino de Bután ꟷ Considerado el país más feliz del mundo, el Reino de Bután está situado entre el Tíbet y la India, en el Himalaya. Sigue siendo un bastión del budismo Vajrayana. El país, con su fuerte sentido de la cultura y la tradición, acoge innumerables festivales. Uno de estos festivales, el Paro Tschechu, es un evento religioso que se celebra el décimo día del mes en el calendario lunar. Corresponde al cumpleaños de Padmasambhava. Más conocido como Gurú Rimpoche (Gurú Precioso), Padmasambhava es un maestro budista considerado una figura central en la transmisión del budismo al Tíbet.
El mes exacto de la fiesta del Tshechu varía de un lugar a otro y de un templo a otro.The exact month of the Tshechu festival varies from place to place and temple to temple. El festival se celebra en honor de Padmasambava, que nació de una flor de loto. Se le conoce popularmente como Guru Rinpoche, el precioso Maestro.
En Bután, la gente cree que el gurú Rimpoche contribuyó a la difusión del budismo tántrico en las regiones himalayas del Tíbet, Nepal y Bután en torno al año 800 d.C. El budismo tántrico hace referencia a las tradiciones centradas en prácticas místicas en el camino hacia la iluminación. Esto incluye la meditación, la visualización y la recitación de mantras.
Además de las danzas de máscaras conocidas como Tshechus, el festival incluye coloridas danzas butanesas. El acontecimiento, de cinco días de duración, ofrece diversas formas de entretenimiento. La gente cree que todo el mundo debe presenciar los Tschchus al menos una vez en la vida.
El último día del festival, por la mañana temprano, los monjes exponen un gigantesco thangkha (pintura bordada) del Gurú Throngdel en el interior del dzong/fortaleza. Los tongdrols son ejemplos impresionantes del arte budista y dejan hipnotizados a los espectadores.
El Tsehchu está considerado uno de los mayores atractivos del país. Gente de ciudades y países vecinos viaja desde muy lejos para participar en las fiestas.
El thongdrol también se considera tan sagrado que se dice que con sólo verlo se limpian los pecados. Muchos asisten a esta bendición espiritual.
Dos de los tshechus más populares de Bután son el de Paro y el de Thimphu. Atraen una importante participación del público. En los monasterios, los bailes de máscaras son interpretados por monjes y, en las aldeas remotas, por monjes y aldeanos.
Además de la población local, el festival atrae cada año a miles de turistas. Ofrece amplias oportunidades para relacionarse y socializar con personas de múltiples culturas.
Todas las fotos son cortesía de Priyanka Chandani