Cuando se anunció mi nombre, mi corazón se llenó de felicidad y orgullo. Estaba haciendo historia sin querer.
BUENOS AIRES, Argentina—My name is Deborah Rosenberg. I recently became the first ordained female rabbi at the Marshall T. Meyer Latin American Rabbinical Seminary in the last five years, and the 13th in its 60-year history.
Desde mi adolescencia, ya participaba en la vida del templo. Con los años, quise continuar profundizando mis estudios sobre el judaísmo y decidí realizar una maestría en Estudios Judaicos y Filosofía.
Mi camino hacia la ordenación el habitual, pero yo era la única mujer. A lo largo de los años, desarrollé y practiqué mis habilidades frente a los templos e instituciones. También entrenaba a niños y niñas para sus bar mitzvahs y bat mitzvahs. Ese rol, en el que acompañé y ayudé a educar a los jóvenes, llenó mi alma y me impulsó a seguir formándome.
El seminario me tomó cinco años de estudio, incluido un semestre en Israel. La pandemia que golpeó en marzo del 2020 me impulsó a dedicar el ultimo año a dar capacitación.
Debido a la pandemia, fui ordenada mediante una ceremonia por Zoom en agosto de 2021. Cuando se anunció mi nombre, mi corazón se llenó de felicidad y orgullo. Estaba haciendo historia sin darme cuenta.
Espero que más mujeres sigan mi camino, el que muchas otras ya han allanado.
Mi abuelo paterno Mario Rosenberg fue un sobreviviente de Auschwitz. En el gueto de Varsovia, perdió a su esposa, a su hija y a su madre.
Todavía recuerdo los números que tenía tatuado en el brazo. Una vez le pregunté qué querían decir; me respondió que era su número de teléfono. Por su expresión, me di cuenta que esa historia no era verdad. En su honor, necesito mantener vivo el recuerdo de lo que pasó.
Mi abuelo falleció cuando yo tenía 16 años. Casi al mismo tiempo, comenzó a tener lugar la «Marcha por los Vivos«, donde personas de todo el mundo se manifestaron en los campos de concentración más emblemáticos. Recibe el nombre en contraposición a las evacuaciones forzosas de prisioneros de los campos a finales de 1944 y 1945, llamadas marchas de la muerte.
Asistir a uno de estos eventos conmemorativos es una de mis mayores metas.
Pertenezco al movimiento conservador del judaísmo, a diferencia del ortodoxo. Si bien apreciamos la tradición, también reconocemos la modernización de nuestras leyes y prácticas religiosas. Dentro de esta ideología, las mujeres están ganando cada día más presencia y participación gracias a leyes que van evolucionando al ritmo de un mundo globalizado.
En cuanto al rol rabínico, las mujeres están exentas de cumplir ciertas ceremonias, pero no excluidas.
Mi mensaje para ellas es que debemos seguir nuestra pasión independientemente de las circunstancias. Las mujeres deben tener derecho a actuar libremente sin tener que preocuparse por las reacciones de los demás; así es ¿Cómo y como? Image result for cómo alcanzaremos posiciones de liderazgo. Este paradigma debe aplicarse tanto en la religión como en otros lugares.
En mi caso, soy una mujer de 42 años con una hija y un marido. Aún así, pude cumplir mi sueño de transmitir mi conocimiento y amor por el judaísmo. Después de casarme, mientras estudiaba, mi esposo y yo hablamos de dividir las tareas en casa. Gracias a eso pude continuar mis estudios.