Los sudafricanos de piel oscura ven en el aclaramiento de la piel una forma de conseguir trabajo, ajustarse a los cánones de belleza y combatir la discriminación. Muchas personas sufren dismorfias corporales por el color de su piel. Cuando los pacientes llegan a la clínica, a menudo parecen desesperados, avergonzados y muy doloridos.
JOHANNESBURGO, Sudáfrica – Como dermatólogas, mi hermana y yo hemos sido testigos de muchos casos angustiosos relacionados con la salud de la piel en Sudáfrica. Sin embargo, un caso reciente me afectó profundamente. Una chica llegó a la clínica con la cara envuelta en un pañuelo que solo dejaba ver sus ojos. Cuando le pedí que se la quitara, rompió a llorar.
Mientras lloraba, la joven explicó que recurrió al blanqueamiento de la piel porque creía que era la única forma de conseguir el trabajo de sus sueños. Tras asistir a innumerables entrevistas de trabajo, observó un patrón. Los candidatos de piel más clara triunfaban en el mundo empresarial al que ella aspiraba.
Frustrada y desesperada, decidió modificar su aspecto para ajustarse a las normas sociales. De pie en la clínica, unas graves quemaduras cubrían sus mejillas. Me sobresalté. El silencio se apoderó de la consulta en los instantes previos a que empezara a hablar.
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Como médicas en Sudáfrica, mi hermana y yo dirigimos una clínica especializada en procedimientos cutáneos y tratamientos estéticos relacionados con problemas de salud agudos y crónicos. Nuestros pacientes llegan tras haber intentado aclarar su piel.
A menudo, estos tratamientos alternativos o incluso caseros producen resultados penosos. Envejecen la piel, haciendo que su textura sea como el mármol y extremadamente fina. A veces desarrollan venas verdes en el pecho, manchas rojas brillantes y ronchas. Otras acaban con acné extremo, ampollas, puntos negros u ocronosis, una acumulación de ácido que oscurece la piel.
La cosa no acaba ahí. Los pacientes que utilizan cremas con esteroides sufren un crecimiento acelerado del vello y estrías, mientras que otros desarrollan problemas renales, diabetes, hipertensión, insuficiencia hepática e incluso cáncer. Trabajando con los pacientes, llegamos a comprender sus motivos para aclarar la piel.
Los sudafricanos de piel oscura ven en el aclaramiento de la piel una forma de conseguir trabajo, ajustarse a los cánones de belleza y combatir la discriminación. Muchas personas sufren dismorfias corporales por el color de su piel. Cuando los pacientes llegan a la clínica, a menudo parecen desesperados, avergonzados y muy doloridos.
Cuando la joven del pañuelo llegó a la clínica, era un día cualquiera, pero su historia me dejó horrorizada. Me contó que había oído que la piel clara es más bonita y socialmente aceptable; que atrae clientes y ventas. Confiando en las críticas y recomendaciones de Internet, compró cremas sin receta y se las aplicó. Al principio, su piel parecía más clara, pero sin saberlo, las cremas le causaban graves daños. Tras la fachada de belleza, su piel empezó a pedir ayuda en silencio. Con el tiempo, las quemaduras se desarrollaron.
En las primeras sesiones, mi paciente se retorcía de dolor, pero poco a poco fuimos revirtiendo y curando las lesiones de sus mejillas. Finalmente, consiguió el trabajo de sus sueños y, en sus propias palabras, dijo que se sentía como si por fin «encajara». Arriesgar su salud para aclarar su piel y conseguir un empleo puso de manifiesto la dura realidad del colorismo en Sudáfrica, especialmente en el lugar de trabajo. El caso de esta mujer me abrió los ojos y vi de primera mano cómo los estereotipos afectan profundamente a la vida de las personas.
Cuando se trata de blanquear la piel, vemos un ciclo peligroso. A menudo, tras dejar de usar los productos, la piel vuelve a su color natural. Esto hace que vuelvan a recurrir a la misma sustancia nociva una y otra vez. Tradicionalmente, sobre todo las generaciones mayores utilizan las cremas. La nueva generación prefiere las pastillas y las inyecciones. Las mujeres jóvenes, en particular, prefieren los líquidos inyectables que prometen resultados más rápidos y uniformes.
A lo largo de mi trabajo, me he encontrado con mujeres embarazadas que optaban por utilizar tratamientos blanqueadores para intentar dar a sus bebés una piel más clara. Las madres han aplicado cremas caseras a sus hijos, causándoles heridas irreversibles que les llevan a visitas desesperadas al hospital. Lamentablemente, las consecuencias a largo plazo siguen siendo inciertas. Los consumidores acomodados pueden permitirse productos probados, pero los que tienen medios limitados suelen comprar artículos que contienen ingredientes peligrosos que inhiben la síntesis de melanina.
Estas sustancias contienen mercurio, hidroquinona (un derivado glucurónido prohibido en la Unión Europea), esteroides y plomo. El uso excesivo de estos productos provoca ampollas y quemaduras. Dañan órganos vitales como los riñones, el páncreas y el hígado, lo que provoca diabetes, hipertensión e incluso cáncer de piel. Sorprendentemente, algunos de estos líquidos cuestan poco más de 40 dólares. En Internet, discretas páginas de Facebook prometen blanqueamientos hasta la médula.
Aún recuerdo el día en que dos raperos visitaron nuestra clínica en busca de un mayor aclaramiento de la piel. A pesar de su tez clara por naturaleza, creían que una piel aún más blanca aumentaría su éxito en la industria musical. Como muchos otros, recurrieron al blanqueamiento cutáneo sin orientación médica y obtuvieron productos del mercado negro.
Su amigo, que se blanqueó la piel durante años, le recomendó ciertos productos que creía que funcionaban bien. Desgraciadamente, estos productos causaban graves efectos secundarios, incluidos brotes de acné debido a los esteroides que contenían. Al principio, cuando acudieron a mí, me sorprendieron sus profundas cicatrices. Suelo esperar artistas altos y de piel oscura en la industria del hip-hop, pero estos raperos desafiaban esa norma buscando una piel más clara. Sus cicatrices eran profundas y nos enfrentamos al reto de reparar el daño.
El deseo de ajustarse a las expectativas sociales lleva a muchos a blanquearse la piel. Una paciente de piel clara llegó a la clínica con una imagen distorsionada de sí misma que le provocaba dismorfia corporal. Soñaba con encajar en un círculo social más acomodado y anhelaba parecer «limpia, pura y lujosa». A pesar de su tez pálida, deseaba más.
La situación le provocó una grave depresión y buscó tratamiento psiquiátrico. Sin embargo, optó por blanquearse la piel antes de su boda. Esperaba estar radiante, pero los resultados fueron desastrosos. Tan centrada en cumplir las expectativas de la sociedad, se vio incapaz de abrazar su propia belleza y aceptarse a sí misma.
Dos meses antes de su boda, esta joven acudió a un salón de belleza y se sometió a un tratamiento blanqueador de la piel no autorizado con crema. Al cabo de una semana, notó una decoloración en la cara. Desesperada por conseguir el efecto deseado, se aplicó más cantidad del producto, y el brote se transformó en manchas oscuras.
Sólo más tarde descubrió que la crema blanqueadora del salón era un producto de belleza no autorizado. A pesar de un año de tratamiento para revertir los efectos, las cicatrices de la crema dañina siguen visibles en su cuello. Algunas empresas africanas etiquetan falsamente sus productos como ecológicos para tranquilizar a los consumidores, ocultando los verdaderos ingredientes nocivos que contienen.
Muchas personas se blanquean la piel en busca del poder y el privilegio asociados a los tonos de piel más claros en África. Buscan proyectar más valor, creyendo que éste viene a través del color de la piel. En África, la piel clara significa riqueza y se asocia con trabajos de oficina y funciones protegidas de la exposición al sol. El mercado africano sigue experimentando una creciente demanda de blanqueamiento cutáneo. En la actualidad, millones de personas arriesgan su salud en busca de una piel más clara, perpetuando estereotipos nocivos y poniéndose en peligro a sí mismas.
La mayoría de los pacientes que veo ahora son hombres y mujeres jóvenes, pero hace poco me encontré con una nueva tendencia: mujeres mayores que recurren al blanqueamiento casero para parecer más jóvenes o hacer frente a inseguridades tras el divorcio. Creo que desear una piel más clara no es intrínsecamente malo. Decidir aclararse la piel sigue siendo una decisión personal y respetable, y todo el mundo tiene derecho a expresarse como quiera. La clave está en hacerlo con seguridad.
La falta de información y educación sobre procesos y productos contribuye al problema. El blanqueamiento de la piel sigue siendo un tema tabú, lo que conduce a la desinformación. Para agravar la situación, en Sudáfrica los anunciantes, cineastas y vallas publicitarias no suelen mostrar a personas de piel oscura. Muchos famosos de piel oscura adquieren mayor popularidad tras blanquearse la piel o buscar trabajo en el extranjero. Esto contribuye a la percepción de que la piel oscura es menos valiosa o menos bella que la clara.
Como resultado, el término «blanqueamiento» conlleva una connotación negativa que no apoya a quienes eligen este camino. Las personas ocultan sus productos blanqueadores a familiares y amigos por miedo a ser juzgadas. Como profesional sanitario, parte de mi función es educar y atender a cada persona que llega a mi clínica en busca de orientación. Aunque no podemos evitar que alguien se blanquee la piel, podemos guiarle hacia prácticas seguras y acompañarle en su camino.