Durante un periodo de dos semanas, los militares atacaron zonas rurales, ejecutaron a personas mediante pelotones de fusilamiento, ahorcaron a víctimas inocentes y las enterraron en fosas comunes. Los informes oficiales calculan que murieron unas 30.000 personas, en su mayoría indígenas salvadoreños.
IZALCO, El Salvador ꟷ A principios de la década de 1930, en El Salvador, una crisis internacional afectó a la exportación del café producido principalmente por las comunidades indígenas. Al mismo tiempo, unas elecciones fraudulentas avivaron las tensiones entre los sectores marginados. Se produjo un levantamiento de la llamada clase campesina. El gobierno y el ejército respondieron con dureza. En represalia por el levantamiento, las fuerzas militares perpetraron lo que se conoció como la Masacre de los Indígenas de 1932.
Durante dos semanas, los militares atacaron zonas rurales. Ejecutaron a personas mediante pelotones de fusilamiento y ahorcaron a víctimas inocentes. Después, enterraron los cadáveres en fosas comunes. Los informes oficiales estiman que aproximadamente 30.000 personas fueron víctimas de la masacre, en su mayoría indígenas salvadoreños.
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La comunidad indígena recuerda a las víctimas anualmente en enero en la zona conocida como El Llanito. En este lugar se encuentran las fosas comunes de sus antepasados. Las conmemoraciones comienzan el 22 de enero con una peregrinación y una purificación ancestral. Los miembros de la comunidad bailan, comparten testimonios de supervivientes de la masacre y llevan flores a las víctimas. Recuerdan la historia del ataque.
En 1932, el pueblo se levantó para luchar por la igualdad y el fin de la explotación. El gobierno decidió «neutralizar la amenaza». El presidente Maximiliano Hernández Martínez dio una orden: matar a cualquiera que pareciera indígena. Temiendo por sus vidas, la gente intentó ocultar sus identidades. Ocultaron su vestimenta, su lengua y sus costumbres, con la esperanza de sobrevivir. No importó.
De todos modos, los militares los masacraron. Como consecuencia, muchos indígenas salvadoreños se unieron a la guerra civil de 1980 a 1992. La guerra dio lugar a los Acuerdos de Paz de Chapultepec y a la creación del partido político Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). El FMLN y la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) han dominado las elecciones. Sin embargo, muchas personas afirman que utilizan la masacre como propaganda.
La ceremonia que tuvo lugar este enero en El Llanito es una forma que tiene la comunidad de honrar a sus antepasados y recordar su historia.